Este es el resumen del video a continuación:
Debe distinguirse entre democracia y gobernanza. Si bien existen apenas 34 democracias liberales en el mundo, todos los países tienen alguna forma de gobernanza. ¿Preferiríamos alguna forma de gobernanza distinta a la democracia liberal que conocemos en Costa Rica? ¿Qué tal una dictadura militar, donde se gobierna con las botas puestas? ¿Tal vez una monarquía, donde el rey y su descendencia es quien manda? ¿O una autocracia, donde una sola persona gobierna sin división de poderes, sin oposición, sin prensa libre que la llame a cuentas, sin ley que la constriña, sin la obligación de entregarle el poder a otra? También está la opción de convertirse en un estado fallido caracterizado por la anarquía, la corrupción y el caos. El ejercicio, aunque imaginativo, es serio. La democracia costarricense se ha venido degradando de manera continua los últimos 25 años de manera incontenible. Un día podríamos perderla. Sería bueno valorar opciones antes de perderla en caso de que hubiera otro régimen político que le cayera mejor a una república desmilitarizada y conservacionista, que hizo obligatoria la educación pública antes de que otros países abolieran la esclavitud y creó la seguridad social universal hace 80 años. Sobre todo, es importante entender para qué existe la gobernanza. Se gobierna para la eficacia, esto es, para hacer bien lo correcto en la gestión de la cosa pública (del latín res pública, o sea, república). ¿Lo correcto para quién? Para toda la ciudadanía, para los futuros ciudadanos que aún no han nacido o no han migrado al país, y también para toda la biósfera. ¿Es el gobierno el único ente encargado de la gobernanza eficaz? La respuesta es más elocuente en palabras de John F. Kennedy: no preguntes lo que el país puede hacer por nosotros, sino lo que nosotros podemos hacer por el país.