Este es el resumen del video a continuación:
Una idea es como un hilo delgado, finito, vulnerable. Sumada a otras, puede ir hilvanando tejidos y llegar a formar cordajes robustos. El trabajo de hilar ideas es intelectual, emocional, incluso espiritual si pensamos en el espíritu emprendedor. Rara vez leemos ideas que nos motivan hacia la acción. Más raro aún es que realicemos la tarea de sacarle cosecha a las ideas que encontramos. Algunas veces las retransmitimos, pero no las convertimos en pliegos concretos de transformación de la realidad, a pesar de que hay algunas ideas tan poderosas como para lograrlo. Lo cierto es que, algunas de ellas, tienen el poder de cambiar el mundo. Hemos dicho muchas veces que la máxima “eres lo que comes” aplica también para la información que consumimos. El optimismo y la desesperanza también se ingieren. Cuidado. Seleccionemos con rigor higiénico la información que elegimos consumir. La que es buena, además, debería motivarnos a hacer algo para modificar nuestra realidad y mejorarla. Esa es una vida de propósito.