¿Cómo ve el presidente su función?

¿Cuál será la óptica desde la cual un presidente ve su función?  Si el lente es un conjunto de ministerios, eso es incompleto porque hay funciones que esperaríamos del Presidente y que quedan por fuera de ese radar. Ejemplo: ¿Cuál ministerio es el encargado de que el país sea más robusto dentro de cuatro años?  ¿Cuál es el ministerio que se encargará de que seamos una mejor democracia?  ¿Cuál es el ministerio que se encargará de que seamos un país donde existan más probabilidades para los habitantes de ser felices?  ¿Habrá un órgano enfocado en desarrollo de las costas a fin de atender la expectativa creada durante la campaña?

¿Quién monitorea el entorno? ¿Quién detecta tendencias antes de que salgan descritas en las revistas especializadas? ¿Quién produce escenarios para imaginar ordenadamente el futuro? ¿Quién detecta cuáles de las fortalezas inéditas del país se van perfilando, van germinando?  En una empresa, eso lo hace la función de planificación. Y en muchas, no existe un órgano de planificación porque se considera que no es una función para especialistas, y porque ejercicios de planificación realizados en la unidad especializada, pueden ser de difícil comunicación y “venta” a los órganos ejecutivos llamados a ejecutarlos. En muchas empresas privadas los ejercicios de planificación son realizados por todos los ejecutivos y no solo por los expertos en planificación. Lo que una buena función de planificación debe producir son sólidas nociones de lo que es deseable y posible a la entidad de acción.

¿Quién evalúa la eficacia del presidente? ¿Y quién le ayuda a ser más eficaz? ¿Dispone de un staff que le libere del trabajo rutinario para disponer de más tiempo y energía para lo esencial? ¿Tiene claro qué es lo esencial y se enfoca en eso?

¿Es el tema de la eficacia individual de los ministerios y de otras instituciones bajo la esfera del Poder Ejecutivo un tema que se trata con apertura o es un tema tabú? Todo presidente tiene quién le hable al oído, pero ¿no sería preferible que se le pudiera hablar a través de la mesa?

¿Quién evalúa la eficacia del Consejo de Gobierno? El Consejo de Gobierno, entre otras cosas nombra a los directores de las instituciones autónomas cuya designación corresponda al Poder Ejecutivo ¿Los nombra buscando el ajuste entre la estrategia de la institución y los rasgos personales del candidato? También el Consejo de Gobierno nombra y remueve a los representantes diplomáticos de la República ¿buscando el ajuste entre los detalles de la política exterior específica del país con respecto al país u órgano de destino y las singularidades personales de los candidatos? ¿Es proactivo en estos actos el Consejo de Gobierno?

Ignoro si lo hace, pero pienso que el Consejo de Gobierno podría funcionar como un equipo. Podría detectar problemas transversales, es decir, que no corresponden claramente a los distintos ministerios y podría evaluar y poner en marcha gestiones transversales. ¿Quiénes se ocupan de la eficacia de ese equipo? Y podría el Consejo ser fuente de coordinación y de sinergia. En el pasado, el problema educativo, por ejemplo, era un tema de ideas, maestros, aulas. Hoy hay que agregarle a eso innovación, conectividad, prestaciones sociales, monitoreo político de sindicatos.

¿Quién lleva el pulso al apoyo o rechazo popular que tiene el gobierno? ¿Es esa una tarea que se le encarga al Ministerio de Comunicación y todos los demás ministros se desentienden de él? Si se me dijera que ya todo eso se atiende, plantearía la pregunta de si lo está haciendo de manera sistemática y con resultados eficaces.

¿Quién controla? Defino control como las acciones que tienen por finalidad que ocurra lo deseable. Si no está ocurriendo lo deseable, no vamos para ninguna parte. Si el cohete que lanzamos no está en la trayectoria adecuada en el tiempo adecuado ¡Adiós cohete!

¿Dónde hay una ventana abierta que comunique al Poder Ejecutivo con el mundo? ¿Con otras formas innovadoras de ejercer el gobierno?

El presidente como líder es el gran inspirador. Es el gran educador.  Siga en campaña política, con realismo, sin demagogia. El nivel de gobernabilidad es un dato y un reto. Asúmalo como reto.

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