Este es el resumen del video a continuación:
La humildad de la persona que asume la presidencia de la República tiene el poder de convocar voces y vocaciones de servicio entre la ciudadanía. Aunque es una investidura jurídica, política y administrativa, la persona que ocupa ese cargo puede ser más -o menos- empática, más -o menos- creativa, más -o menos- armoniosa. Esas son las tres virtudes que conforman la paz, entendida como la capacidad de transformar conflictos o incompatibilidades. Gobernar se trata de eso: de satisfacer necesidades e intereses de algunos grupos ciudadanos algunas veces. Lo que no se puede -y por ende no debe aspirarse a ello- es a simpatizarle a todos los grupos ciudadanos todo el tiempo. A quien designamos hoy como nuestro representante para ser jefe del Estado costarricense, ayudémosle a que nos convoque como ciudadanos recordándole la importancia de ser humilde, con los pies en la tierra, con capacidad de escucha, con sensibilidad cultural, con apertura para el cambio, que celebre la diversidad. Al regresar victoriosos de la batalla, los generales romanos volvían a la ciudad acompañados de un rótulo visible que decía “memento mori”, que significa “recuerda que morirás”, para que no se sintieran divinos ni inmaculados por lo logrado. Apenas habían cumplido con su deber. Igual debe ser la presidencia de la República, sobre todo de un país de tanto prestigio internacional como Costa Rica.