Este es el resumen del video que está a continuación:
Uno de los factores desencadenantes de la guerra civil española (1936-1939) es lo que Julián Marías denomina la “radical discordia” representada por un afán opositor a cualquier idea, propuesta, argumento o tesis que proviniera del bando adversario. Vivimos tiempos turbulentos. No diríamos que menos o más turbulentos que los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Pero sí vivimos en un escenario de emergencia climática permanente. Para afrontar semejante conflicto intergeneracional e interespecies, nos convendría, como civilización, partir de algo que propondríamos como la “radical concordia”, que sería equivalente a iniciar cualquier proceso de negociación viendo el vaso medio lleno e imaginando el pastel más grande que podríamos producir entre las partes negociadoras antes de repartirlo. Lo más probable es que un pastel más grande nos permitiría, como países, como organizaciones, como familias, como personas, llevarnos una tajada más grande que la que nos llevaríamos en una negociación estilo “sálvese quien pueda” o peor, en la cual cuanto peor le vaya a aquellos, mejor me irá a mí. Ese es el camino al colapso y eso también fue otro factor que dio pie a la guerra civil española. Es el equivalente a serruchar la rama sobre la que estamos parados. Más bien, proponemos en este diálogo que la campaña electoral que se avecina sea una campaña educativa. Creemos que gobernar es educar. Así que un alto indicador con el que deberíamos medir a quienes aspiran a la jefatura de Estado y gobierno es que sean personas diestras, sensibles, experimentadas formadoras de seres humanos. Maestras, maestros, a sus puestos.