Hay muchas formas de dejar huella. Una de ellas es honrar a otros. No sé si con estas palabras honro a mi padre -a quien siempre procuro honrar- o si, más bien, él nos honra a los costarricenses con el artículo que publica esta semana en su blog (ver primer comentario abajo). Lo cierto es que decirle “artículo” se queda corto para lo que interpreto como un manifiesto que bien podría ser su legado que nos sirva como la pieza faltante en el rompecabezas que nos rompe las cabezas -valga la redundancia- de no entender por qué estamos como estamos a pesar de tantos recursos, tanta riqueza, tanto capital de tantas formas. Estamos perdidos. No porque hayamos caído al barranco, como algunos desearían ver en el titular noticioso del lunes. Estamos perdidos porque no sabemos hacia dónde vamos. Como dice el adagio, si uno no sabe hacia dónde va, en cualquier lugar estará perdido.
Conversación: legado a la nación
por
Etiquetas: