Preservar el bien común requiere de un particular deber de cuidado de quienes ocupan puestos de jefatura en las jerarquías organizacionales tanto públicas como privadas. Incuria es la falta a ese deber. Hemos sabido organizarnos para vivir dentro de la civilidad por medio de la libertad, la legalidad y la democracia, promoviendo la paz y la armonía entre las personas y también con otras formas de vida. El paradigma de la regeneración ofrece la oportunidad de recuperar la confianza, remendar el tejido social, recuperar zonas vulnerables, en fin, de producir bienestar desde la biósfera. Si la celebración del bicentenario de vida republicana y soberana fuera un borrón y cuenta nueva, ¿qué cosas querríamos preservar de nuestro país para el próximo centenio? La práctica de Carl Rogers y la psicología humanística de aprecio positivo incondicional de la realidad, de lo que es. Luego de ese ejercicio, resulta evidente lo que hay, el valor que tiene, las áreas por mejorar y el trabajo que falta aún por hacer.
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