Las naciones florecen o colapsan. Llega un momento en la vida de los países en que la mayoría silenciosa debería dar, en conjunto, un pequeñísimo paso al frente. Podría ser la manifestación soberana más contundente que escucharía una democracia fuera de una jornada electoral. ¿Quién toma la iniciativa? ¿Quién decide en qué dirección dar ese pasito? Abrámosle paso a la razón. Comprendamos el altísimo costo de que se destramen la gobernanza, la democracia y la constitucionalidad.
Conversación: Abrirle paso a la razón
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