Emergencia educativa

Hay problemas que tienen múltiples causas. Los hay que no nacieron ayer, por lo cual ya se han enquistado en el organismo del cual se trate. Hay problemas cuya solución es simple: cambie la llanta y seguimos adelante. Hay otros que afectan a todo un sistema. A algunos, nos podemos acostumbrar. El zapato inadecuado molesta hasta que el pie se acostumbra a él. Hay problemas cuyas consecuencias se verán hoy por la tarde. Las consecuencias de otros, estarán causando perjuicios por mucho tiempo, aunque los resolvamos hoy. Tienen una especie de inercia: reduzcamos la contaminación atmosférica hoy, pero las consecuencias de lo que ya hicimos, se mantendrán en el ambiente.

Se utiliza un término para este tipo de problemas. Se les denomina en inglés wicked problems, frase que en otro momento traduje por problemas perversos; el traductor de Google la traduce por problemas malvados y yo quisiera proponer ahora la traducción de problemas insidiosos. Así me parece que debería ser clasificado el problema de la educación en Costa Rica, según los datos que nos ofrece El Estado de la Educación reciente.

En el pasado no han faltado esfuerzos con el fin de resolver el problema, lo que quizá ha faltado es entender su naturaleza, la cual queda esbozada en las ideas anteriores. ¿Qué se puede hacer para enfrentar un problema de esta naturaleza?

Aquí planteo, no una solución, sino unos lineamientos sobre cómo debería ser el abordaje del asunto:

  • Ya está comprometido el futuro de los estudiantes actuales
  • El problema genera inequidad: quienes más perjudicados están saliendo son los estudiantes de educación pública
  • Se requiere de un cambio y sabemos del costo y de las resistencias que trae aparejados un cambio de tal magnitud
  • Las modificaciones requeridas son fundamentales, no cosméticas
  • Las soluciones no podrían ser específicamente del ramo educativo. Se requieren componentes sociológicos, neuro-educativos, éticos y políticos
  • Hay que contar con los elementos del sistema. Las mejores soluciones son las que suscitan acciones eficaces en ellos
  • Los elementos del sistema no son solo educadores, programas, actos educativos. ¿Cómo se pueden suscitar acciones eficaces de parte de estudiantes, educadores, padres de familia, empresas, sociedad en general?
  • Cultivemos, cuidemos, alentemos los elementos del sistema que están produciendo buenos resultados
  • Se llama exo-esqueleto una estructura exterior que se pone alrededor del cuerpo para aumentar su rendimiento. ¿Cómo podríamos construir un exo-esqueleto para apuntalar la función educativa? Idea: suplementar el aula con enseñanza en línea; reclutar tutores y mentores; aplicar un 80/20 a los programas, esto es, quedarnos con el 20% de contenidos que aportan el 80% de la formación; proveer a los estudiantes motivación y entrenamiento para mejorar sus estrategias de aprendizaje. Motivación no es echarles una hablada.
  • Si hoy sufriéramos un terremoto en la GAM, no lo manejaríamos sin una declaratoria de emergencia nacional ¿No es una emergencia nacional lo que ocurre en educación?
  • Ya conocemos los resultados de una función educativa centralizada. ¿Por qué no experimentar con la descentralización?
  • Escuchemos a los médicos: si una arteria se bloquea, el tratamiento de elección es un baipás. Y esto: un tumor requiere de riego sanguíneo para su crecimiento. Inhibir el riego, debilita al tumor. Desaparezcamos los incentivos perversos a educadores, como los incentivos salariales por maestrías de baja calidad. O los nombramientos por los siglos de los siglos

Lo anterior no resuelve el problema, pero contribuye a decir cómo debemos pensar en él, y eso no es poca cosa.

alvarocedeno.com


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