La globalización ha traído más competencia, lo cual era previsible. Decíamos que eso iba a forzar a las empresas costarricenses a elevar sus estándares de calidad. Pero no conocíamos en detalle la dinámica que llevaría a esa elevación de la calidad. Al abrirse los mercados, todas las empresas, salvo unas pocas excepciones, están en el mercado mundial porque tienen competidores de clase mundial.
Eso implica inversiones en mejoramiento de la calidad, lo cual va mucho más allá de los procesos de certificación y mantenimiento, sino que se refiere además a la adquisición de instrumentos, tecnologías y disciplina para poder medir la calidad, la eficiencia y la eficacia.
Pero más que todo, ese proceso ha planteado un reto sobre los equipos gerenciales, porque la respuesta a la competencia mundial no es simplemente el propósito de mejorar, sino que demanda un cambio profundo en la forma como se hacían las cosascuando se competía con otras empresas también domésticas.
Un estudio interesante que alguien deberá hacer algún día es sobre los cambios que ha sufrido la disciplina de la gerencia en los últimos años. Lo que llamábamos profesionalizar la gerencia hace 20 años, era contratar gerentes contítulo universitario. Hoy eso no es suficiente. Los gerentes requeridos no son profesionales en gerencia, sino gerentes profesionales. Tienen los conocimientos necesarios, obtenidos no importa dónde. Actitud de emprendedores. Metas desafiantes. Y capacidad para entusiasmar a sus colaboradores a seguirlas.
Recuerdo la impresión que me hizo una visita de hace muchos años, a la planta de producción de una empresa farmacéutica. Fue la primera vez que vi la clase mundial en acción. Producían fármacos para exportación y tenían que hacer las cosas perfectas. Hoy muchas empresas que producen para el mercado local o para empresas con altos estándares, se ven forzadas a ser de clase mundial, porque enfrentan a competidores europeos o norteamericanos, que vienen con todo.
Un gerente, recientemente sintetizaba con claridad lo que había ocurrido en su empresa según había ido entrando a este terreno de la competencia global: hasta ahora, habíamos venido haciendo las cosas con calidad. Ahora tenemos que hacerlas con perfección.