Incertidumbre y aventura

¿Sería deseable una vida sin incertidumbre? Viviríamos con menos ansiedad y menos estrés, lo cual sería una pérdida. Una cierta dosis de ansiedad nos mantiene despiertos, atentos, alerta. Y algún estrés con esa simulación de lucha que implica, convoca la creatividad, la sagacidad y la fortaleza para ver cómo salimos de ese brete. Hay algo positivo en la incertidumbre y es que ofrece una oportunidad de exploración. Al lanzarnos hacia delante siempre se puede ganar o se puede perder. Esa es la regla de juego de la realidad en la que estamos metidos ¿Por qué a veces solo pensamos que vamos a perder? En todos los aviones viajan personas asustadas porque temen un accidente que nunca llegará a lo largo de sus vidas. En las tormentas eléctricas, muchas personas temen ese rayo que nunca les caerá. Dicen que nos preocupamos por cosas que nunca ocurrirán. Y a veces vivimos como si la probabilidad de esa ocurrencia fuera cien por ciento. Ese es uno de los rostros del pesimismo.

Cuando nos enfrentamos a una decisión, realmente lo que nos inquieta es saber cómo van aser los resultados. Como los resultados están en el futuro, el gran deseo que tenemos es saber cómo va a ser el futuro en lo relacionado con esa decisión . Y es imposible conocer el futuro por más esfuerzos que hagamos. Siempre los dados están lanzados y rodando. Por más esfuerzos que hagamos en saber cuál va a ser el número premiado en el próximo sorteo de la lotería, sabemos que a pesar de lo que digan los sueños, las alas de las mariposas o las hojas de la mata de “lotería”, cualquiera de los números tiene la misma probabilidad de salir favorecido.

En la mayoría de los asuntos que nos ocupan, tendríamos más soltura, menos angustia, más alegría si fuéramos intentando cosas, después de una preparación adecuada, con la sensación de que si nos salen bien, qué bueno, pero si nos salen mal, casi siempre habrá una próxima oportunidad. Nuestro juego no concluye con el próximo intento. Se puede esperar que el futuro esté lleno de oportunidades de intentar de nuevo.Fallar ese penal, perder ese partido, no es el final.


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