Regidores, rijan eficazmente. Los hemos elegido para que dirijan las municipalidades.Ustedes forman un cuerpo colegiado. Para ser eficientes necesitan a todo el cuerpo. Lo suyo es dirigir. No son alcaldes.El presidente del Consejo, primero entre pares, tampoco está ahí para ejecutar. Es un coordinador de sesiones. Su deber principal es ayudar al Consejo a encontrar el buen camino de la toma de decisiones robustas.
Sueñen. Tengan visión estratégica.Eso es influir en el futuro desde el presente. Siembren robles y sus nietos los disfrutarán. Siembren rabanitos y cosecharán presentismo.
Tengan actitud de bien común. El partido es un accidente. La comunidad y sus aspiraciones son lo permanente. Demuestren que la democracia tiene resultados que ofrecer. Una municipalidad eficaz puede dar lecciones de gobernabilidad que le sirvan a la nación.
Rijan con poder constructivo, no con artimañas destructivas. Lo de ustedes es tomar decisiones. Dejen al alcalde ejecutar. Ustedes no lo nombraron. Ustedes deben desplegar toda su acción para que él o ella, alcance metas que contribuyan al bien común.
No le tengan miedo a la innovación. Salgamos de una vez por todas del siglo XIX, que en algunas actividades nacionales, no tuvimos siglo XX. Oponerse es muy fácil. Construir es más difícil. En un grupo colegiado, se construye a base de acuerdos. El pulso, el trabonazo, nos perjudica a todos.Aprendan a construir acuerdos. Comiencen por comunicar. Y por saber que comunicar no es practicar la habladera. Comunicar es primero escuchar. Escuchar es dar pelota al otro.
Ustedes tienen una función política. En una función política, lo que se hace afecta a muchas personas. Vivan conscientes de esa responsabilidad. No practiquen la politiquería.Politiquería es reverenciar al partido. Y querer el poder por el poder.Y valorar más el triunfo que la eficacia.La politiquería es a la política, como la caricatura es a la pintura. Como el sainete a la dramaturgia. Como la mejenga al futbol. Como la maraca es al violín.
Hoy, en un mundo tan dinámico, lo peor es la parálisis. Hagan fluir la acción.