El Colegio de Psicólogos se pronuncia sobre la salud mental en el país e insta al Gobierno para que organice al Ministerio de Salud y a la CCSS para desarrollar habilidades sociales que permitan a los costarricenses lograr una mejor salud mental.Esta, es lo que hoy se llama una propuesta tipo siglo XX. O sea, pasada de moda.
También se insta al Gobierno para que organice a la sociedad en el mismo sentido. Aquí ya se asoma el siglo XXI en el sentido de que la sociedad es un recurso de alto potencial en procura de la salud mental.
Dice Peter Thiel en su libro Zero to one que cuando queremos construir proyectos innovadores, nos deberíamos preguntar ¿De cuál proyecto de valor no se está ocupando nadie?El acento en crear en vez de simplemente mejorar, es muy claro. Mejorar es “hacer más de lo mismo”. Crear implica una ruptura, un salto cualitativo. No se superó el carretón mediante un caballo más robusto, sino mediante el ferrocarril. De la máquina de escribir mecánica a la eléctrica, no hay creación radical. De la máquina de escribir eléctrica al procesador de palabras, sí que la hay.
¿Por qué no piensa el Colegio en soluciones innovadoras? En el campo de la medicina se sabe que es preferible invertir en prevención que en curación. En el de la salud mental, es preferible la higiene que la terapia, entendida la higiene como conservación de la salud y la prevención de enfermedades.
Pienso que el gran instrumento de salud mental en nuestro país son las familias y las escuelas. Los psicólogos ubicados en la CCSS tendrían un efecto reducido. Concebidos como asesores de maestros; como inspiradores de cambios curriculares, apalancarían su talento.
¿Por qué si existe tan alto número de psicólogos no se piensa más bien en la organización de muchas ONGs, con técnicas siglo XXI –y no hablo solo de TICs-que contribuyan a la salud mental y a la ocupación de los psicólogos? Al país le conviene empezar a visualizar novedades y desamarrarnos de un pasado de subdesarrollo y repetición que nos tiene frustrados.