Un nuevo ADN

Cuando se habla de la situaciónpolítica del país, escuchamos múltiples quejas sobre todo lo que no anda bien, generalmente referidas a problemas de eficiencia. De aquí se salta con superficialidad al pronóstico, como cuando al conjunto de quejas se añade que lo peor es que no hay remedio a la vista.

La queja es como unaexplosión de energía que todo lo que produce es ruido. Si nuestros enemigos quisieran perdernos, una buena táctica sería hacernos daño y estimular nuestras quejas, porque la energía que gastamos en quejarnos, se la sustraemos a la acción necesaria para cambiar las cosas.

La queja, además, nos pone en contacto con las carencias, con lo que no hay, con lo que falta. Y al decir de Drucker, solo se puede construirse sobre lo que hay, sobre lo fuerte.

Entonces, un buen hábito nacional, sería reconocer lo que hay, lo que es fuerte. Por ejemplo, es cierto que hay largas filas en la consulta externa de la seguridad social, pero todos los días se realizan decenas de exitosas intervenciones quirúrgicas.Nos quejamos de la platina y de la interrupción en el tránsito por la vía de circunvalación, pero todos los días, decenas de ingenieros y maestros de obra y centenas de obreros, construyen miles de metros de construcción según las especificaciones. Convenimos rápidamente que la educación es un desastre, pero todos los años, decenas de maestros y miles de niños logran la extraordinaria pirueta neurológica de entrar en el espacioso territorio de la lectoescritura. Nos narramos unos a otros los fenómenos de ineficiencia que presenciamos, pero nuestras estadísticas de exportación indican que estamos compitiendo con éxito en mercados mundiales, lo cual implica que cientos de trabajadores en esas empresas, trabajan cumpliendo con estándares de calidad mundial.

Conectemos estos núcleos de lo que anda bien; aprendamos de ellos; busquemos explicaciones de por qué funcionan. Tal vez podríamos descubrir que ya ellos contienen elementos de un nuevo A D N nacional.


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