Excelencia en el TEC

La carrera de Ingeniería en Biotecnología del TEC ha sido distinguida con una acreditación por ocho años. Solo tres carreras han merecido la distinción de un plazo tan amplio en la historia del SINAES. Algo de especial habrán visto los académicos –dos extranjeros y uno nacional- que participaron en la evaluación de la carrera, y los miembros del Consejo Superior del SINAES. Esta carrera, para el TEC, es un brote positivo del cual pueden esperarse frutos sinérgicos en otras de sus áreas y actividades.

Los organismos sociales, como una carrera o como una empresa, tienen brotes virtuosos, benéficos. Todos miramos con temor y tristeza los tumores malignos. En ellos, las células de un órgano, se salen un día de su encargo genético y comienzan a no hacer el trabajo que tienen que hacer como células de ese órgano, con lo cual perjudican su función. En el caso de un brote virtuoso, se trata de unas células que se comprometen con la excelencia y comienzan a producir resultados mejores a los esperados. En el terreno personal, un brote virtuoso, es lo que ocurre si por ejemplo, una persona indolente, de pronto desarrolla rasgos de diligencia. O como si alguien que solo miraba por su propio bien, se empezara a preocupar por los demás.

Esta carrera es un brote de alta potencia. Llena de proyectos innovadores en los cuales se combina la ciencia y la tecnología, caminando juntas hacia el reto de la economía del conocimiento. El TEC saldrá beneficiado porque el desarrollo de esta carrera puede convertirse en ejemplo y desafío para las demás. También saldrá beneficiado porque dará origen a encadenamientos de investigación y de docencia que serán estímulo para otras carreras. Además, a través de ella se intensificarán los contactos con el entorno: vendrán observadores, surgirán propuestas de alianzas estratégicas, habrá peticiones, invitaciones, interés de la comunidad académica.

Con mucha razón hubo mucha alegría y optimismo en el TEC cuando se recibió el certificado de acreditación.


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