Siempre ha habido miembros de la sociedad interesados en el mejoramiento de sus congéneres y uno de los aprendizajes que hicieron fue el de que es mejor enseñar a pescar que repartir pescado. Hoy, en sociedades complejas, algunas con situaciones económicas muy adversas, es importante hacer otros aprendizajes.
Todo emprendimiento social debería buscar que la acción que se desarrolla llegue un día a poder ser ejecutada por los mismos beneficiarios. Los líderes externos o iniciales no deben ser condición necesaria para la obtención de resultados. Esto es lo mismo que vacunar al proyecto contra la dependencia y más aún, contra la codependencia. Que el beneficiario llegue a no necesitar al animador del proyecto y que éste no necesite del proyecto.
Los objetivos deben ser seleccionados en función del impacto. ¿Qué produce más impacto? ¿Los esfuerzos educativos, los de seguridad, los de sostenibilidad del medio? Y ese análisis debe estar abierto al descubrimiento de conexiones virtuosas: la educación, por ejemplo,mejora la salud, mejora la empleabilidad y la responsabilidad individual.
Todo proyecto debería tener como parte de sus objetivos el desarrollo en los beneficiarios de una clara identidad, vis a vis los órganos que tradicionalmente han sido mirados de tal manera que han adormecido la iniciativa y la responsabilidad. En nuestro medio, deberíamos aprender a olvidarnos del gobierno como fuente de iniciativas de solución de problemas locales específicos.
Cada proyecto debería ser un laboratorio de adquisición de instrumentos de acción eficaz.Los problemas no se resuelven de cualquier manera. Formular planes no consiste en mirar hacia el techo y soñar. Los acuerdos no caen del cielo con la próxima lluvia. Hay que hacer esfuerzos sistemáticos para salirnos de la caja que limita nuestros sueños y nuestra acción.
En último análisis, todo emprendimiento social debe tener como objetivo construir capital social. Después de cada proyecto la comunidad tiene que ver incrementada su capacidad de acción: su visualización de sí misma como actora, sus destrezas, sus redes, sus métodos y sobre todo su autoconfianza.