La teoría de Obama

El presidente Obama ha mostrado en su discurso inaugural, su teoría sobre el ser humano. Se supone que el discurso intenta persuadir y movilizar, y que siendo él un orador articulado, su contenido revela lo que cree del ser humano. Así reestructuro algunas de sus ideas:

El ser humano merece el desafío de buscar su felicidad total. Es responsable y debe ser llamado a asumir esa responsabilidad. La grandeza no es un regalo sino que debe ganarse con sacrificio y con trabajo. Y es posible aceptar las obligaciones con alegría. El espíritu de servicio es la disposición a encontrar significado en algo más grande que cada uno.

La dificultad de los retos entraña una motivación para acometerlos. Y es fuente de entusiasmo la conciencia de que se participa en la misión de transmitir dones e ideas, de construir algo más grande que la suma de las ambiciones individuales. No hay nada que satisfaga tanto el espíritu y que defina tanto el carácter, que darlo todo ante una tarea difícil.

Se puede escoger lo negativo como cuando se escoge el temor, el conflicto, la discordia. Pero igualmente se puede escoger lo constructivo como cuando se escoge la esperanza y la unidad de propósito. Podemos elevarnos por encima de las pequeñas quejas, las falsas promesas, las recriminaciones y los dogmas gastados.

La caída y la derrota parcial son un llamado a comenzar de nuevo. Y el poder crece a través de su uso prudente, de la justicia de sus metas y de su ejercicio con humildad y autocontrol.

El Presidente nos ha mostrado su convencimiento de que el ser humano es más que proteína. Que no es una criatura solo para el consumo y el disfrute, sino que tiene otras dimensiones que van más allá de lo que puede pesarse y medirse. Convertir ese mensaje en acciones y en resultados, no solo beneficiará al pueblo estadounidense, sino a cualquier persona que se lo tome en serio.