Los “gavilanes” cobran seis mil colones por hacer un trámite que el interesado podría hacer con solo una llamada de cien colones. ¿Un abuso? No. Un uso. Un uso de dos factores que ahora son factores de producción: conocimiento y conectividad. Tienen el conocimiento de cómo lograr el trámite y tienen el teléfono celular para hacerlo.
En la producción artesanal, se requería tener unas destrezas y unos instrumentos. Para hacer una guitarra se necesitaba saber cómo hacerla y se necesitaban sierras, cepillos, escofinas, prensas. El simple conocimiento, no servía de mucho. Había que convertirlo en habilidades manuales.
Hoy con el conocimiento, ocurre otra cosa. Si se sabequién tiene un objeto y quien lo necesita, sin tocar el objeto, sin moverlo, se pone en contacto a las dos partes y de esta manera se crea valor, por el cual se puede obtener un ingreso. Esto es lo que hace Amazon con los libros. Y lo que hacen los “gavilanes” con su conocimiento.
Los negocios del futuro van a ir siendo menos semejantes a llevar una carretilla de granizados al partido del próximo domingo en la plaza del pueblo. Y estarán más en la línea de disminuir obstáculos y dificultades. En algunos pueblos en regiones muy subdesarrolladas, quien tiene un teléfono celular lo alquila con ganancia, lo cual es bastante semejante a lo que hace un café internet.
Cuando lo más productivo eran las herramientas, las ideas de negocios provenían de su aplicación: hacer una mueblería o una zapatería o un taller de reparación de autos.Hoy, la infocomunicación (internet, computadoras, celulares)ha revolucionado el comercio, la banca, la educación. De ahí que para buscar ideas de negocios habría que hacerlo desde este nuevo estado de cosas. Antes se le preguntaba al vecino o al pariente, por un fontanero o por un abogado. O sobre como hacer una reparación doméstica. O sobre “remedios” domésticos. Esta información podría estar disponible por un precio, como cuando pedimos un número telefónico al 113.