Con ese lema tan atractivo, celebra la comunidad salesiana de Costa Rica sus cien años de haber iniciado labores en el país.
El fundador de la orden salesiana, Don Bosco (1815-1888), dedicó su vida a la atención de la juventud, especialmente de los más necesitados, a quienes atrajo para darles formación cristiana, artes, oficios y deportes. “Sonreíd siempre” era su lema y en ese tono se enseñaba y capacitaba a los muchachos para la vida del trabajo, antes de que habláramos de que el trabajo es una oportunidad de autorrealización y de que hay que buscar la felicidad en las actividades laborales.
En Costa Rica, los salesianos han atendido colegios de artes y oficios y de enseñanza académica, dejando una marca de laboriosidad, rectitud, solidaridaden sus ex alumnos. Desde 1951 han graduado ocho mil bachilleres en el Colegio Salesiano del Zapote y en el Técnico Don Bosco, y han nivelado académicamente y enseñado un oficio a muchos más en un Centro de Formación Juvenil. Conducen también varios oratorios, que son centros juveniles donde los jóvenes se forman, aprenden, se divierten y desarrollan destrezas de convivencia.
En Concepción de Alajuelita, se construye el proyecto educativo denominado CEDES DON BOSCO que se dedicará a la formación de técnicos superiores y medios en diferentes áreas, con énfasis en procesos de producción limpios y adaptados específicamente a las necesidades del país y a la prestación de importantes servicios estratégicos de actualización y capacitación al sector industrial costarricense, a través de la creación de un centro de investigaciones en transferencia de tecnologías limpias.
Según la Wikipedia se calcula que en el mundo los salesianos atienden en oratorios y centros juveniles, a unas 480 mil personas y en Centros de Enseñanza aproximadamente 858 mil.
En la Asamblea Legislativa se encuentra en trámite la declaratoria de la orden salesiana como institución benemérita de la patria.
Larga vida y mucho fruto para los salesianos.