Plataformas de lanzamiento

Rediseñar algo muy complejo que funciona y que ha funcionado durante mucho tiempo, es riesgoso y difícil. Leo a Steven Pinkerdescribir de manera casi poética las dificultades para diseñar un artilugio robótico que haga los miles de movimientos que nuestro brazo hace todos los días sin que nos demos cuenta.

Esta misma sensación me producen los rediseños integrales. Hacer remiendos no es cosa popular. Y a veces lo más juicioso es hacer un remiendo y no una reestructuración total. Entiendo que a eso se refiere Karl Popper con su enfoque “a pedacitos” (piecemeal approach): en vez de intentar reformar totalmente un sistema complejo – la seguridad, los servicios de salud- hagámosle unas cuantas mejoras sustanciales.

Recientemente di una charla a los profesores del Liceo de Purral. Posiblemente se cumplía ahí la estadística de que los había muy motivados, menos motivados y desmotivados. Posiblemente sus talentos también obedecían a una distribución normal: los habría muy, menos y poco talentosos. Esto lo supongo. Porque a quienes escuché, los hubiera querido como profesores de mis nietos.

Salí de ahí pensando cuánto depende el futuro del país del talento y del entusiasmo de los profesores. Y cuán difícil, quizá imposible, lograr que todos sean muy talentosos y muy entusiastas. Y cuán sensato sería proponerse como meta, que todo estudiante durante sus cinco años de colegio, tuviera al menos dos excelentes profesores. Elespíritu crece y se eleva confricción cero. Un buen impulso en la edad temprana, nos moviliza por toda la vida.Pensé en los profesoresque tuve -muchos, muy buenos- y en cómo la influencia de dos o tres se quedó para siempre.

Pensé en cuánto se podría mejorar la educación pública creando una categoría de profesores con asterisco, a los cuales se les capacitara, se les evaluara y se les remunerara de manera diferenciada y que constituyeran la plataforma de lanzamiento del viaje fascinante que cada personita ha de emprender.


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