Un estudiante de administración de empresas me preguntó cómo hacer para ser un gerente o administrador de empresas distinguido. Le contesté su correo, pero se me quedaron sin decir algunas cosas que convendría compartir con todos los lectores. En primer lugar, he venido sosteniendo desde hace muchos años que cualquier persona que tenga responsabilidad por el trabajo de otros, puede considerarse gerente. Y también he dicho que el concepto de empresa, va mucho más allá de la empresa mercantil orientada al lucro. Que también son empresas las entidades voluntarias sin fines de lucro, las asociaciones de finalidad artística, cultural, espiritual, técnica. Así, son empresas un colegio profesional, una asociación para el progreso de un cantón, la asociación de vecinos que se encarga de la seguridad del barrio o los esfuerzos de pequeños grupos para asistir y socorrer a familias en situación de desventaja. Una asociación apostólica de jóvenes y un grupo de acondicionamiento físico, lo mismo que un partido político,un grupo de crítica literaria, una facultad universitaria o un colegio de enseñanza media. Lo que caracteriza a una empresa es tener unos objetivos. El grupo que se reúne los jueves a ver qué pasa, no es una empresa. Pero el grupo de alcohólicos anónimos o de personas que tienen parientes que padecen una determinada dolencia, sí lo son.
El gerente, en una empresa con fines de lucro, tiene un cargo definido… y una remuneración sustanciosa. Posiblemente en un grupo voluntario, exista una persona que hace las veces de gerente: toma la iniciativa sobre qué hacer durante el próximo año, investigacómo hacerlo, busca información sobre otros grupos semejantes, toma bajo su responsabilidad que el tiempo y otros recursos que se están utilizandopara alcanzar los objetivos, estén produciendo resultados eficaces, les hace encargos significativos a otros miembros. Es el gerente quien verifica de tiempo en tiempo si los resultados que se van obteniendo valen la pena.
La gerencia no es solo una técnica. Si alguien es pastelero y hace muy buenos pasteles, su éxito se debe a que domina una determinada técnica. Casi cualquiera que vaya a una buena escuela de pastelería, saldría de ahí con unas técnicas que lo convertirían en buen pastelero. Pero estudiar en una buena escuela de administración, no garantiza a nadie que de ahí va a salir convertido en un buen gerente. Porque la escuela, si es buena, da unas técnicas, y si es mejor, da también una formación en actitudes y valores que acercan al candidato a ser un buen gerente, pero serlo realmente es el resultado de circunstancias muy complejas. Algunos autores dicen que la piedra de toque de ser un buen gerente es el carácter, lo cual es un concepto amplio, complejo. Otros precisan más y dicen que el rasgo de carácter indispensable es la integridad, lo cual contiene veracidad, lealtad, sensibilidad por los otros seres humanos, valentía, fortaleza. Otros agregan que las acciones de las personas están marcadas por la huella espiritual que deja en ellas la prudencia. Prudencia que no es pusilanimidad ni es temeridad. Ni atemorizarse ni “andar jugándosela”.
Un ingeniero, un cirujano,operan sobre la realidad a través de unos instrumentos. Un político, una gerente, una psicoterapeuta, un maestro, operan sobre la realidad, pero el instrumento son ellos mismos. Seguramente por eso Warren Bennis dice que la tarea principal de la persona que ejerce liderazgo – de alguien que tiene responsabilidad por las acciones de otros-es conocerse a sí misma, aceptarse, ser ella misma. Porque cuando se acepta a sí misma, no tiene que andar convenciendo a nadie de nada, y puede entonces expresarse, esto es dejar en las cosas que hace,su huella espiritual y humana única.